R.D.
No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.
Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.
Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.
Jaime Gil de Biedma (para R., con aprecio. De isla a isla...
Desierta la calle en tu nombre.)
Desierta la calle en tu nombre.)
moRi l'eNze!!!
VISCA!
VISCA!!
VISCA!!!
Mateu
-lo, collons!
Mateu
-los a tots d'una puta vegada, cony!
Mateu
-vos tots també, hòstia puta!
Mateu
-me a jo,
ja,
de passada.
Que no quedi ni
1HOMBRE,
viu,
sobre sa terra.
Que tot es merdRa
i putrefacció,
i ja va tocant
fer neteja.
VISCA!!
VISCA!!!
Mateu
-lo, collons!
Mateu
-los a tots d'una puta vegada, cony!
Mateu
-vos tots també, hòstia puta!
Mateu
-me a jo,
ja,
de passada.
Que no quedi ni
1HOMBRE,
viu,
sobre sa terra.
Que tot es merdRa
i putrefacció,
i ja va tocant
fer neteja.
contra[tot], sense accents i envirat.
agOsT 20O5
Jugando a ser un ente torcido en una isla en mitad de un mar
Orgullosamente efímero
Resuéltamente anti-dadá
Dibujo minotauros en las rocas
Increíblemente apaciguados, mientras oigo el
Viento rampante en las cuencas de mis ojos acrobáticos
A veces pienso en una isla, en mitad de un mar que no es este
Lejos, allá, arriba entre las nieblas
Lluvia sonora y disparos al aire, donde el
Señor Jordi Valls pasea su sombra inclinada.
Orgullosamente efímero
Resuéltamente anti-dadá
Dibujo minotauros en las rocas
Increíblemente apaciguados, mientras oigo el
Viento rampante en las cuencas de mis ojos acrobáticos
A veces pienso en una isla, en mitad de un mar que no es este
Lejos, allá, arriba entre las nieblas
Lluvia sonora y disparos al aire, donde el
Señor Jordi Valls pasea su sombra inclinada.
cIniSme...
En una carta a la Martinelli
Hank es queixa que han llegit
poemes seus per les ones.
Renega de la tasca feta.
Ara, mentre sona el Frankie de Suicide,
que ha acabat amb l'ARTE&RUIDO
d'aquest divendres ja dissabte,
puc dir que estava equivocat,
o potser qui ho va fer
no era ni el Jordi ni el Roger,
artistes de l'èter,
artistes i heretges del mal.
-----------------escrit en el traspàs de dv. 6 a ds. 7 de març de 2009 per Antoni Mateu Biosca
Hank es queixa que han llegit
poemes seus per les ones.
Renega de la tasca feta.
Ara, mentre sona el Frankie de Suicide,
que ha acabat amb l'ARTE&RUIDO
d'aquest divendres ja dissabte,
puc dir que estava equivocat,
o potser qui ho va fer
no era ni el Jordi ni el Roger,
artistes de l'èter,
artistes i heretges del mal.
-----------------escrit en el traspàs de dv. 6 a ds. 7 de març de 2009 per Antoni Mateu Biosca
...i eStoïCismE
Terroristes afins.
És clar.
Era clar molt de temps abans que 25HOMBRES coneguEssin Antoni Mateu
i que n'Antoni Mateu conegués els 25HOMBRES.
Només que es fàstic i es cansament,
units a ses ganes de seguir molestant,
sÓn patrimoni EXCLUSIU
d'algunes persones
que escolten coses
que d'altres mai sabràn QUE existeixen.
Així q'és.
És clar.
Era clar molt de temps abans que 25HOMBRES coneguEssin Antoni Mateu
i que n'Antoni Mateu conegués els 25HOMBRES.
Només que es fàstic i es cansament,
units a ses ganes de seguir molestant,
sÓn patrimoni EXCLUSIU
d'algunes persones
que escolten coses
que d'altres mai sabràn QUE existeixen.
Així q'és.
eZeqUieL 8 (lA bIbLia DE laS amÉriCaS)
16.- Entonces me llevó al atrio interior de la casa del SEÑOR. Y he aquí, a la entrada del templo del SEÑOR, entre el pórtico y el altar, había unos veinticinco hombres de espaldas al templo del SEÑOR y de cara al oriente, y se postraban hacia el oriente, hacia el sol.
Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: Señor, si quieres, puedes
limpiarme. (Mat 8:2)
Y he aquí, se le acercó un leproso y se postró ante Él, diciendo: Señor, si quieres, puedes
limpiarme. (Mat 8:2)
aMaR puEde MatAr
eL vIenTre
POTSER
"Que no cau, però pot caure"
( M.V. )
4 2 1 3
"En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos."
- A.a -
__________________________________________
"En el ángulo oblicuo de los techos
de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos."
- A.a -
__________________________________________
hOmmAGe
Las palabras de Ángel removían dentro de Atanágoras cosas muy antiguas, largas y delgadas ideas, completamente aplastadas bajo una capa de acontecimientos más recientes, tan aplastadas que, vistas de perfil como en aquel instante, no podía diferenciarlas, ni distinguir su forma y su color; las sentía únicamente desplazarse allí, en el fondo, sinuosas y serpenteantes. Sacudió la cabeza y aquel ajetreo mental cesó; atemorizadas, las ideas se inmovilizaron y se retrajeron.
Buscaba sin encontrarlo, desesperadamente, algo que decirle a Ángel, mientras caminaban uno junto a otro. Las hierbas en agraz cosquilleaban las piernas de Atanágoras y rozaban suavemente el pantalón de lona de Ángel; bajo sus pies, las conchas vacías de los pequeños caracoles amarillos estaban lanzando surtidores de polvo y un sonido puro y diáfano, como una gota de agua al caer sobre una lámina de cristal en forma de corazón, lo cual siempre resulta cuco.
Desde lo alto de la duna que acababan de remontar, se distinguían el restaurante Barrizone, los grandes camiones puestos en fila delante, como si fuese la guerra, y alrededor nada más. La tienda de Atanágoras no se podía ver desde ninguna parte, como tampoco el campo de excavaciones, ya que el arqueólogo había escogido el emplazamiento de forma muy astuta. Al sol, que continuaba cayendo sobre aquellos lugares, se le miraba lo menos posible, a causa de la desagradable particularidad de que daba una luz desigual; circundado por bandas radiantes, alternativamente claras y oscuras, las partes del suelo sobre las que caían las partes oscuras permanecían siempre frías y lóbregas. A Ángel no le había impresionado ese curioso aspecto de la región, porque el taxista se las había arreglado, nada más empezar el desierto, para ir siguiendo una banda clara, pero, desde lo alto de la duna, descubrió el límite negro e inmóvil de la luz y se estremeció. Atanágoras, que ya estaba habituado, vio que Angel, incómodo, observaba con inquietud aquella especie de discontinuidad y le dio una palmada en la espalda.
- Al principio sorprende, pero se acostumbrará usted.
Ángel pensó que la reflexión del arqueólogo podía aplicarse también a Rochelle y Ana, y contestó:
- Creo que no.
16 ---------:::::::::..:::::::::--------- 16
3)
Los pulmones del perrito despanzurrado por Ágata Marion, que conducía, según su costumbre, sin mirar, tenían un notable color verde, tal como comprobó el funcionario barrendero, cuya ágil escoba lanzó la carroña por una boca de alcantarilla. Poco después, la alcantarilla empezó a vomitar y hubo que desviar la circulación durante algunos días.
Buscaba sin encontrarlo, desesperadamente, algo que decirle a Ángel, mientras caminaban uno junto a otro. Las hierbas en agraz cosquilleaban las piernas de Atanágoras y rozaban suavemente el pantalón de lona de Ángel; bajo sus pies, las conchas vacías de los pequeños caracoles amarillos estaban lanzando surtidores de polvo y un sonido puro y diáfano, como una gota de agua al caer sobre una lámina de cristal en forma de corazón, lo cual siempre resulta cuco.
Desde lo alto de la duna que acababan de remontar, se distinguían el restaurante Barrizone, los grandes camiones puestos en fila delante, como si fuese la guerra, y alrededor nada más. La tienda de Atanágoras no se podía ver desde ninguna parte, como tampoco el campo de excavaciones, ya que el arqueólogo había escogido el emplazamiento de forma muy astuta. Al sol, que continuaba cayendo sobre aquellos lugares, se le miraba lo menos posible, a causa de la desagradable particularidad de que daba una luz desigual; circundado por bandas radiantes, alternativamente claras y oscuras, las partes del suelo sobre las que caían las partes oscuras permanecían siempre frías y lóbregas. A Ángel no le había impresionado ese curioso aspecto de la región, porque el taxista se las había arreglado, nada más empezar el desierto, para ir siguiendo una banda clara, pero, desde lo alto de la duna, descubrió el límite negro e inmóvil de la luz y se estremeció. Atanágoras, que ya estaba habituado, vio que Angel, incómodo, observaba con inquietud aquella especie de discontinuidad y le dio una palmada en la espalda.
- Al principio sorprende, pero se acostumbrará usted.
Ángel pensó que la reflexión del arqueólogo podía aplicarse también a Rochelle y Ana, y contestó:
- Creo que no.
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3)
Los pulmones del perrito despanzurrado por Ágata Marion, que conducía, según su costumbre, sin mirar, tenían un notable color verde, tal como comprobó el funcionario barrendero, cuya ágil escoba lanzó la carroña por una boca de alcantarilla. Poco después, la alcantarilla empezó a vomitar y hubo que desviar la circulación durante algunos días.
b.V.
RevólveR
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siBiLiNismO
"Razones sobran, lo que faltan son palabras"
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djnjn djibnq aov jujku dfdea dudhg sgsbiuwq ghxubh sbybh bhs svshjb
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sjsapajssn wbhxcuw edwkdnbcdcniji niwncehi wihdcd dbdb djdjdnbjd
hhuihbuihbiswbnibcwh hgud dbcdjh wucuhhd dhdbhds dhucnbd dunbj
dsuyyugchj hhxbus shsbs sjsuq qdeadqw afafwv sagfsb sgvgvg svvsgh
sjhbhbhj shghbhj sshuiyew iuchubcq dhcbjb djagdihncdw dcbhbajcb dn
dchgyuaqidhbnhu jijiji djidnjinbhue dncidagugd iuchbdaucb djhbnbdejd
shgyusd dsbubhud duu bc dej jdbhubje jdugdu diuchn dbdhd dhddhiuw
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abcdefghijklmnopqrstuvwxyz
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcba
_____________________________________________________
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcba
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VICTORIAS Y DERROTAS
EL RECUERDO ES EL INSTINTO MÁS MATERNAL,
LA MEMORIA JUEGA AL MAS COMPLEJO DE LOS JUEGOS,
LA DIGNIDAD SE PIERDE UN POCO MÁS CADA DIA.
LA DIGNIDAD SE PIERDE UN POCO MÁS CADA DIA.
