La conciencia del espectáculo dormido mantiene en vilo la suprarenal del espectador propagandista. Yo soy ahora tu ventilador amarillo y con escasos propósitos soy ajeno a casi todo. El ruido de la manutención del miedo afuera todo el mundo es uno mientras las cosas conspiran en silencio.
(Se oyen disparos en la calle pero no pasa nada todavía)



mANifiEstO pARa 1piNtoRa


“...es más, ¿tienen algo de Dadá Cabaret Voltaire
o Bauhaus de la Bauhaus?”
(Szevo Maderna, “La destrucción
de la cuadratura”, ADN)



a.- Nosaltres ens exaltem enfront de les petites partícules espectrals que apareixen i desapareixen a l’interior del globus ocular de tots els fanàtics engendrats al llarg de la història; fanàtics suspirant d’emoció i desidia aleatòria rodejats de les ombres punxegudes de l’afilada escarpa expressionista dels anys ’30 del segle passat. La corda que uneix els espectacles de llanterna màgica i barraca de circ ambulant amb l’sturm und drang, la corda fina que penja de la mà de Goya arrosegant tot el folklore hispano-català pre-cristià ribetejat de burla i de cadalsos, de mandràgora i psicodelia, la corda a que s’agafen la guerra i la malaltia d’Artaud, la corda mateixa amb que Bukowski i Baudelaire perfilen flonges litografíes pre-rafaelites, aquesta és la mateixa corda amb que preparem el llaç que tanca el nostre coll al voltant de les industries, el catecisme del plexiglàs i ví negre en descampats de lluna plena i cases de pedra que no tenen sostre.

a.1.- Nosaltres anunciem que de vegades és tot tant necessari com res. I, al mateix temps que despreciem a l’alta alcúrnia, aborrecemos de la plebe. Plantem interrogants a les cantonades arrodonides dels laberints on ens perdem per separar-nos, i tot i que les ordres son tant com un badall a qualsevol hora, no trovem la calma si no és en la sinuositat de les costures de la camisa marró dels joves cadells del fürher després de la sang i el sacrifici.

b.- Nadie podrá convencernos de la no-belleza de un cadáver, porque hemos visto girar las ruedas que avanzan hacia el final de todas las cosas. Gritos. Somnolencia. En el reverso de todos los espejos del mundo aguarda una revelación. Una casa azul. El reflejo guardado en el fondo de la mirada de un pez muerto. La redondez blanquecina y fláccida de un cuerpo vivo. El gruñir de los perros, los accidentes de aviación, un avión estrellándose contra una torre y otro avión estrellándose después en los restos humeantes de la misma torre. El número 13, la ropa interior y esas extrañas criaturas que habitan en las fosas abisales. No es por llevar la contra, aunque así sea. Es porque algunas veces los animales parecen comprender, y algunos niños no saben silbar. Porque de la misma manera que para ellos es solo un palo, para mí es una varita mágica.

A.- Dos buenos chicos enterrados hasta las rodillas uno frente al otro, se muelen a palos en mitad de una dehesa. ¡Cristo es amor!, gritaba uno de ellos. Luego, sangre y alcornoques. Por estética, como el acero cromado y el terciopelo. Sonrisas, madera, humo de hashashins, niebla, rojo rubí, rojo sangre, negro como la punta estirada de una noche que se corta con el fuego de una hoguera tras la lluvia. Nosotros queremos la decapitación de todos los sueños inconclusos. Por necesidad; porque el dandismo es una correa de perro atada al ómnibus de nuestro trayecto habitual, y el dadaísmo es un zapato de tacón roto tirado en mitad de la calle sin otra pretensión que la de entorpecer su propia auto-existencia. De manera que nosotros apartamos nuestras garras de la palabra Dadá, para dejarla caer en las infumables redes de aquellos otros pretendidos dadá que afloran en estos tiempos por doquier, y que no son más que el subproducto de una mala noche entre cualquier diseñador de lo que sea, y todas las estudiantes de administrativo de la periferia de la ciudad de Valencia. Nosotros necesitamos de la lujuria, del espanto, del enigma, de la especulación, de las tormentas, del ruido, e la oblicuidad, del hermetismo, necesitamos de la anti-terapia, del primitivismo, de la espontaneidad orgasmática del ahora, necesitamos tanto de ello como del sueño, del sopor, del barbiturismo. Nosotros somos fanáticos y no queremos nada.

A.1.- Nosotros queremos todo.

c.- És necessari ensalçar l’importància cabdal del clasicisme, en l’amarga sensualitat de les esculptures de Rodín.

c.1.- Vidres de colors. El color turquesa. El malva. L’importància de crear, i la de destruïr. La provocació com una manera de passar l’estona, igual que la ética és tant sols una assignatura optativa. Recuperar l’idea de la boira. Qui digui que la boira no és important és que no té sang a les venes. Ha arrivat el moment de privatitzar la monarquía. Transformem les institucions en geriàtrics i descalcem-nos jà d’una vegada. Elevem “guardavelas” y “correveidile” a la categoría de paraules santes. Girem les torques, premem botons, despresuritzem-ho tot sempre que ens vingui de gust. Nosotros gritamos porque es una opción.

A.2.- Los veinticinco saludamos cortésmente la palabrería del ventilador. El chisporroteo y la ondulación son nuestra tipografía. Imaginamos al revés, de derecha a izquierda. Está todo planeado. Cuando lleguen, les asaltarán mil dudas. Y será culpa nuestra. Un desquiciado balanceo sería capaz de despertarnos. Jurar y prometer. Jurar y prometer. Llevamos hasta el final las cuestiones de honor. Permitid que abofeteemos vuestros rostros con los guantes mejor perfumados. Tan sólo nadar es nuestra razón de ser. Tal vez, también, los violines de Man Ray. Hay una sombra que lo abarca todo: Goethe, Rimbaud, Poe, El grito, Mithras, Klaus Barbie, el nido del cuco y los santos inocentes. Las estatuas en los parques, y las estatuas en los cementerios. La playa, los pueblos. Los ojos oscuros y los gatos de Marruecos. La Santa Espina, el Corazón de Jesús, las cadenas de montaje (líneas de producción) y los instrumentos musicales hechos con huesos humanos. Nosotros decimos que los materiales transparentes serán sin duda los últimos depositarios fieles de aquello que venimos en llamar religión. Es sólo una cuestión de tiempo.

#ACOTACIÓN#
Por tanto, consideramos que los cuerpos jóvenes desnudos y sometidos, cuando llevan una bolsa de plástico transparente en la cabeza dificultando la respiración, son portadores de la belleza más absoluta, en tanto que la muerte y la vida, la repugnancia y el erotismo, el castigo y la complacencia, el placer y la negritud conviven mágicamente en el equilibrio mismo de tal figura, estandarte de los opuestos, atracción y repulsión, cono gestual, cuerpos colapsados, sueño de Sade y pincel.
J. Savagge, Exopotamia, Mayo’04